Press Release

Que el candidato progresista alcance la segunda vuelta en el primer lugar es un “triunfo para la democracia” en Colombia, dicen expertos del CEPR


May 31, 2022

Contact: Dan Beeton, Mail_Outline

Washington, DC — El candidato progresista Gustavo Petro recibió la mayor cantidad de votos en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Colombia, y se dirige a una segunda vuelta el 19 de junio contra el candidato populista de derecha Rodolfo Hernández. Con el 99,9% de los votos escrutados en el conteo rápido, Petro obtuvo poco más del 40% de los votos, seguido de Hernández con el 28%.

“Esta elección ya representa una gran victoria histórica para la izquierda de Colombia, y muestra que la gran mayoría de los colombianos quiere un cambio real de un status quo que ha producido una profunda desigualdad económica y racial, una violencia estatal y paramilitar devastadora, y unas políticas que a menudo priorizan los objetivos de EE.UU. a expensas del bienestar de los colombianos y de las relaciones del país con sus vecinos latinoamericanos”, dijo el director de Política Internacional del Centro para la Investigación en Economía y Política, Alex Main.

Si Petro gana la segunda vuelta electoral del 19 de junio se convertiría en el primer presidente de izquierda de la historia moderna de Colombia, y su compañera de fórmula, Francia Márquez Mina, quien es una activista ambiental y feminista de clase trabajadora, se convertiría en la primera vicepresidenta afrodescendiente de Colombia. Petro y Márquez pertenecen a la candidatura de la coalición del Pacto Histórico, que cuenta con propuestas tales como el incremento de la carga impositiva a la élite adinerada, el alejamiento de los combustibles fósiles, una transformación en el enfoque de la Guerra contra las Drogas liderada por Estados Unidos, y la reanudación de las relaciones con el gobierno de la vecina Venezuela, entre otras cuestiones. Hernández, de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, lideró una turbia campaña “anticorrupción” promovida en TikTok, y tiene una retórica y un estilo agresivo, xenófobo y sexista que se asemeja al de Donald Trump, por quien Hernández ha expresado admiración. Fue notorio cómo Hernández evitó participar en los debates electorales previos a las elecciones.

Una lección clara de estas elecciones es el rechazo de los votantes al legado del expresidente Álvaro Uribe, quien emprendió una vasta ofensiva militar respaldada por Estados Unidos contra grupos insurgentes que generó violaciones masivas de derechos humanos. Posteriormente, se opuso de forma agresiva al histórico acuerdo de paz del país. En 2018, el presidente Iván Duque, un aliado cercano de Uribe, fracasó en la implementación de las disposiciones clave del acuerdo de paz, lo que llevó al virtual abandono de gran parte del país ya devastado por décadas de conflicto armado. En la primera vuelta de las actuales elecciones presidenciales, Federico Gutiérrez — el candidato alineado con el uribismo — alcanzó una votación de solo el 23,8%. Mientras tanto, Petro — quien se ha comprometido con implementar plenamente el acuerdo de paz — ganó de forma aplastante en los departamentos más afectados por el conflicto interno de Colombia.

“Es alentador que un candidato presidencial colombiano reciba una gran pluralidad de votos, lo que favorece a la democratización, a la profundización del proceso de paz en curso y a la reducción de los altos índices de pobreza de Colombia, a pesar de las frecuentes amenazas de muerte e intimidación dirigidas a Petro, Márquez y sus partidarios”, dijo Main. La campaña electoral se vio empañada por la violencia contra los simpatizantes del Pacto Histórico y activistas del movimiento social. En el período preelectoral de 2022, 70 líderes comunitarios y ambientales han sido asesinados, a pesar de que en la mayoría de los casos las autoridades colombianas fueron alertadas sobre las amenazas de muerte que estos líderes estaban enfrentando, según la ONG de derechos humanos Indepaz.

“Hemos observado algunos problemas durante esta elección, entre ellos los intentos descarados de amedrentar a Petro y a Márquez, así como intimidar a sus partidarios para que no salgan a votar”, dijo Guillaume Long, analista político del CEPR, quien se encuentra en Colombia como observador electoral. “Si bien nadie puede decir cómo éstas y otras irregularidades afectaron la participación electoral y los resultados finales, éste no deja de ser un día histórico para Colombia”.

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