Tropas de las Naciones Unidas en Haití son acusadas de asalto sexual

07 Septiembre 2011

Mark Weisbrot
The Guardian Unlimited, 3 de septiembre, 2011
En Inglés

El video es profundamente perturbador. Muestra a cuatro hombres, identificados como soldados uruguayos de la misión de la ONU en Haití (MINUSTAH), aparentemente violando a un joven haitiano de 18 años de edad. Dos de ellos tienen a la víctima atrapada en un colchón, con las manos retorcidas en lo alto de su espalda para inmovilizarlo. Quizás la parte más inquietante del vídeo son las carcajadas constantes de los autores. Para ellos, es  una gran fiesta acalorada por el alcohol.

ABC News informa que el teniente de la Armada uruguaya Nicolás Casariego confirmó la autenticidad del vídeo. Un certificado médico presentado ante el tribunal de Port Salut, una ciudad costera del sur donde tuvo lugar el incidente, dice que la víctima fue golpeada y tenía laceraciones correspondientes a un asalto sexual.

Es probable que el incidente eche más gasolina al fuego del resentimiento que ya tienen los haitianos hacia las tropas de la ONU que han ocupado su país por más de siete años. Ha habido una pauta de abusos terribles: en diciembre de 2007, más de 100 soldados esrilanqueses de la ONU fueron repatriados bajo cargos de abuso sexual de niñas menores. En 2005, tropas de la ONU invadieron a Cité Soleil, una de las zonas más pobres de Port-au-Prince, matando hasta 23 personas, incluyendo a  niños, según testigos. Tras la incursión, el grupo humanitario Médicos Sin Fronteras informó: “Ese día tratamos a 27 personas por heridas de bala. De ellos, alrededor de 20 eran mujeres menores de 18 años.”

Cables de Wikileaks publicados la semana pasada revelan que Timothy Carney, representando al gobierno de EE.UU como el diplomático de alto rango en Haití en 2006, advirtió que esas incursiones “inevitablemente causan muertes de civiles no deseadas dada las condiciones de hacinamiento y la débil construcción de viviendas apretadas en Cité Soleil”. Sin embargo, Washington – mostrando su falta de respeto por la vida humana en Haití – no ofreció ninguna objeción a las incursiones posteriores, que continuaron en 2006.

Y no nos equivoquemos al respecto: la ocupación de Haití por la ONU es realmente una ocupación de EE.UU. – no es más una fuerza multilateral que la “coalición de los dispuestos” de George W. Bush que invadió Irak. Y tampoco es más legítima: la ocupación comenzó allí en 2004 después de que un esfuerzo encabezado por EE.UU derrocó al gobierno democráticamente electo de Haití. Lejos de garantizar la seguridad de los haitianos tras el golpe, la MINUSTAH se quedó de espectador mientras miles de haitianos que habían apoyado el gobierno electo fueron asesinados, y los funcionarios del gobierno constitucional fueron encarcelados. Cables recientes de Wikileaks también confirman que el gobierno de EE.UU. considera a la MINUSTAH como un instrumento de su política allí.

Este último incidente podría arrojar algo de luz sobre la índole de su misión, de la misma manera que  las fotos de Abu Ghraib dejaron en claro para la mayoría del mundo la brutalidad de la ocupación de EE.UU. en Irak. Las imágenes no pueden ser descartadas o enterradas con la misma facilidad que las palabras. Y las imágenes de este video sirven como un símbolo de lo que la “comunidad internacional” ha estado haciendo en Haití desde que el país obtuvo su independencia de Francia en la primera revolución exitosa en el mundo llevada a cabo por esclavos.

No hay ninguna razón legítima para la presencia de una misión militar de las Naciones Unidas en Haití. El país no está en una guerra civil, y no es objeto de un esfuerzo de mantenimiento de la paz o un acuerdo pos-conflicto. Y el hecho de que las tropas de las Naciones Unidas gozan de inmunidad de acciones legales en Haití facilita abusos. Las tropas de la ocupación tampoco hablan el idioma, lo que limita su capacidad para cumplir con cualquier función positiva de seguridad: ¿se imagina la eficacia de un cuerpo de policía en Washington D.C. que sólo hablara japonés?

Para empeorar las cosas, ahora es prácticamente seguro que la MINUSTAH llevó la bacteria del cólera a Haití que ha matado a más de 6.000 haitianos y ha infectado a más de 400.000 más durante los últimos 10 meses. Este fue un acto de negligencia grave: debería haber habido supervisión para asegurar de que los residuos fecales de las tropas de la ONU no fueran botados en el suministro de agua, dado los riesgos de una contaminación letal y las debilidades conocidas del saneamiento, la depuración y el sistema de salud en Haití. 

¿Por cuánto tiempo puede seguir la MINUSTAH ocupando a Haití y abusándola?


Mark Weisbrot es codirector del Center for Economic and Policy Research (CEPR), en Washington, D.C. Obtuvo un doctorado en economía por la Universidad de Michigan. Es también presidente de la organización Just Foreign Policy.

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